Quiero dejar claro que soy un amateur en lo que se llama escritura; no he publicado nada, pero la realidad es que llevo escribiendo en diferentes formatos: diarios, relatos y reflexiones desde hace muchos años.
Desde hace unos años decidí participar en algunos talleres de narrativa impartidos en mi universidad. Tras completar varios de ellos, me lancé a devorar cualquier manual que cayese en mis manos. Debo confesar que aún sigo en ello. Pasados unos meses, me dispuse a repasar las ideas acumuladas en una libreta y, sin dudarlo, me lancé a la creación de una novela. Fue algo osado, pues consideré tamaña tarea como parte de mi formación. Esto produce un efecto no deseado en mi productividad: se ralentiza considerablemente porque no dejo de buscar consejos, formarme y engancharme a cualquier herramienta útil. Hasta ahora he escrito unas 20,000 palabras, lo cual considero todo un éxito; sin embargo, no quiero que mi primera novela se malogre. Por eso tengo claro que debo centrarme en la escritura y dejar de lado la formación narrativa —que tanto disfruto— ya que a veces llego al punto de preguntarme si no seré un adicto a la educación o un coleccionista de conocimientos vacíos.
Hace un año, durante uno de los talleres que recibí —impartido por una escritora americana con éxito moderado— mencionó una clasificación entre escritores: aquellos que se lanzan a escribir sin más y los que necesitan adquirir conocimiento y formarse compulsivamente. Esto último es positivo hasta cierto punto; sin embargo, corren el riesgo de nunca sentarse frente a la hoja en blanco por pensar que aún no están preparados y quedarse atrapados entre talleres y manuales eternamente. No quiero caer en esa trampa; así que continuaré con mi proyecto: esa novela que algún día —espero— vea la luz en alguna plataforma dedicada a escritores amateurs. Aun así, no abandonaré del todo el vicio de buscar tesoros escondidos por maestros literarios para convertirme en algo más allá del amateur. Así está decidido: cada cierto tiempo compartiré algún post con recomendaciones sobre talleres, manuales o herramientas relacionadas con la escritura; eso sí: nunca serán consejos propios ni desde otro punto de vista más allá del mío, como humilde juntaletra aficionado. Todo lo publicado aquí será simplemente una ofrenda para aquellos curiosos o curiosas como yo —que siempre agradecen algún apunte sobre el arte de escribir ofrecido por escritores consagrados, ya sea mediante entrevistas o manuales útiles.
